a la arena de sus besos,
a la arena de las pugnas
y ya sé, mañana amar
embravecido mar
y será tromba
y seré llanto
espanto
arreciará
blasfemias,
me azotaré en la roca,
despeinará mis cochayuyos
y ensartado en el espolón
verás todas las estrellas
caer sobre espaldas
infinitas, así,
gruñendo coces
y en la orilla se disipa
la espuma
El Puerto, 7 abril 2011
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