“¿Sabes?... lo que nos hace falta es un poco de entendimiento” (dijiste serio, persuasivo)
Y así, sosegado, recordaste la infinidad de veces que creías entender, (por aquel entonces) las palabras no llenaban tu cabeza de enredados enredos… caíste en la cuenta que habías confundido de un modo extenso los asuntos; entonces, en silencio, le hablé a mis adentros “entendí coma miento”
Ahora la mente está fundida, un gran desorden, llamado “mi descalabro”, la llena toda y los problemas nunca enfrentados, lo no resuelto, la convierten en una grande y pesada costra
Cerebro hecho
fósil Aún se niega
fallecer
Un silencio espeso Cual brisa
Nauseabunda Se pasea por los corredores
Gruesas cortinas cubren la galería
No miras nada Salvo una tristeza tranquila
Cuántos sueños de enormidades ganaron en el interior terreno, cuál justificación era la más cierta… la mentira no le miente al mentiroso
La mirada
delata a las almas encogidas
como pasas
Es cierto que atrás muy atrás, más allá del último recuerdo, había una buena ánima, pero todo el alrededor se encargó de hacerte entender que la fila es una sola y la línea debe ser recta. Ahora queda un errar torcido hacia el mismo terminal de los de andar derecho
Podrás decir “no me gusta la felicidad de los mortales”; pero no existe otra que no se parezca a este tu triste exilio, más cercano a una sorda locura que a un quieto instante de lucidez
Solo te tocó perder, no era cierto tu desafío
Solo y derrotado, perdiste tu desafío
Ahora todo es esterilidad. Un entorno repleto de lejanías, un débil estado temeroso de los depredadores al acecho
Hermosa carne hecha carroña
Buenas intenciones nacidas de bondades
merecedoras de todas tus dudas
No hay comentarios:
Publicar un comentario