Cuento en el cuenco
centenares de granos
de tierra, sol y de agua;
mientras medito
al frescor de la higuera
a Ihara Saikaku
¡Cuanta razón encuentro
en su gran espejo!
Ya me aroma el café
preparado a mi gusto y medida
por el -aún- buen mozo amigo
que me aleja de la sombra fría
¡Que hermoso es, pese sus 23!
¡Grande mi dicha!
lejana de 'cafetruchos'
donde, estultamente,
los frutos sin flor
abundan
de Omara Arriagada, el Sábado, 05 de marzo de 2011 a las 16:19
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