Siento el zumbido
atronando mis sienes
arden y bienvengo al derrame
al enloquecimiento de la sinapsis
al advenimiento de la huida
al adios de los amores
que se quedan aquí
en la realidad
en la mentira
el absurdo de esta vida
El zumbido me truena
taladra desde los extremos
de mis hemisferios
socava las sienes. Sé
vendrá el estallido
cuando el túnel de luz se forme
manso me alejo del miedo. Me dejo
ya a nada me aferro. Sé
la vida decide los senderos
la dicha me espera en el último paso
acá se queda mi hermoso esqueleto
de pájaro bueno
El zumbido
que todos llevamos como pitido
electrónico contumaz
va creciendo creciendo
en intensidad y tronido
es una tortura
de montaña rusa sin risa
y estalla en música nunca antes creada
toda mi bóveda
es inundada por sonoridades
geniales
todas las señales de radio
me cantan y encantan río
gozoso
todos los ruidos en mí
me insuflan contento
¡Oígo!
Cesa la música ¡sin más!
Veo una sombra claramente
recortada
entre la oscuridad de mi celda
Su oscuro color no tiene una gota
de luz luz luz
El susto me incorpora
me le aparto y grito
la pregunta ¡¿Quién erís?!
"Soy yo" respondo
me lo dice
con mí voz
ella oída dentro de mí
Tranquilizándome
me recuesto de nuevo
"Ah, soy yo" me digo
y sobresalto otra vez me aloco
¡Pero cómo? si yo soy yo y tú
la enfrento
la enfrento
y yo ya no estaba enfrente
Desde esa noche es que me río
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