Blanca la harina
recibe a sus hermanos,
el polvo de hornear y la sal
¡Tan blancos ellos y tan diferentes!
El puré de zapallo en el centro
hace ver un huevo frito raro
que su yema anaranjada cuecen
las cuatro y media cucharadas
de manteca
Tras la ventana de la cocina llueve
La madre recuerda lluvias y sopaipillas
pasadas y la masa reposa
para luego estirarse rumbosa
ronroneando el rodar de la botella
(que sirve de uslero) y
¡la tapa de la tetera!, colabora,
¡la tapa de la tetera!, colabora,
de nuevo, creando soles de trigo
que a la lluvia alegran
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