miércoles, 6 de abril de 2011

De Camino


Yendo
para Itaca
perdido en Guatemala
detrás de una casamata
con forma de callampa
me encontré con el lago
de Atitlán
y a mi barca naufragó
    Xocomil
y aleteando llegué
con los cigarrillos aguachinados
a los pies de Maximón
y perdón le pedí por ello 
La fumarada como
el árbol imponente
se yergue el volcán
y es lugar bueno para decir
vivo.  Creo, en el lago
un par de veces morí
(pero ese no es problema,
el único problema es nunca
haber morido)





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