sábado, 9 de abril de 2011

En el Templo de San Francisco


Mientras disimulo observo retablos
en el Templo de San Francisco de Antigua
(la antigua ciudad capital de Guatemala)

Espío, como en un muchacho, las palmas,
las nalgas, la culpa y la satisfacción
se juntan / suplicando expiación divina…
los labios rozan sus índices murmurando
oración de perdón, así mismo
constreñidas tiene las nalgas
y cuando el cura incita al mea culpa:
se cierra la palma, sigilosa la otra
la entrepierna acaricia, el esfínter se dilata
y el puño de dios su pecho golpea…
él sabe con el reojo del ojo me excita
y yo sé, recuerda bien, la noche de ayer[1]





[1] EN LA CALLE


Su atractivo rostro, un poco pálido;
y los ojos castaños, como fatigados;
veinticinco años, aunque aparenta mejor veinte;
algo le da en su atuendo vago aire de artista
-la corbata tal vez, o la forma del cuello-;
marcha sin fin preciso por la calle,
como poseído todavía del placer ilegal,
del prohibido amor que acaba de ser suyo
(1916)

CONSTANTINO KAVAFIS


[“Poesías Completas”. Traducción de José María Álvarez. Ediciones Hiparión. España (1997). Pág. 75]


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