sábado, 9 de abril de 2011

En la Cárcel de Novara



Por el pasillo del vagón
tres jóvenes bien peinados
acechando se acercan. Con mirada 
resuelta fijo la vista a la altura de sus vergas
Me piden el pasaporte… ¡son policías de frontera!
Con mis desgreñadas y sucias mechas más parezco
un inmigrante ilegal viajando de polizonte en primera
que un “distinguido” viajero de las europeas tierras
Encuentran 70 grs. de hachís en el cateo de la maleta
(inevitable recordar el filme “Midnight Express”)
En el cuartel soy registrado de pies a cabeza
Poso, la muda melodía de los condenados toco
Horas después cae un profesor negro de historia
Omar, el musulmán somalí, que no para de decir
¡qué problema!... io padre di sette bambini
¡che problema!... ¡qué problema!
Y, cuando a solas le ofrezco té,
en la cárcel de Novara, al cuerpo 
vuelve su alma y alzando
las manos, extático,
el nombre de Alá
canta  ¡Aláaa!
¡Aláaa!... ¡Aláaaa!

De ser más guapo 
habría sido su marido. Pero
elegí seducir a Luciano, el gendarme, 
que acorta las frías tardes parlando conmigo 
Esta anécdota la escribirás algún día  (vaticina)
Agrega que del lado suyo de la reja está preso
De buena gana me río desafiándolo a ver
la vida juntos desde la celda…  y dulce 
me recita musitando coqueto: Domani
matina, giudice, libero in via… Una caja
de té me regala en la despedida y
la dicha de Omar abriga la tarde
(¡Aláaa!... ¡Aláaaa!... ¡Aláaa!)

Ahora aguanto los días
bebiendo té y leyendo On the Road
en trance. Luciano aguarda beatífico
en la calle.  Recita su mantra
mientras espera se aparezca
el juez... domani matina
libero in via [1] 



[1] Italia, Novara. Febrero de 1992


1 comentario:

  1. Buena entrada. Centrada, amena, sugerente, precisa. Felicitaciones. (Elegida al azar). Fernando Reyes F.

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